miércoles, 16 de marzo de 2011

Y no es un juguete

De tamaño reducido, de plástico por fuera y también por dentro, de colores llamativos y no tiene nada que ver con esas cámaras que todos tuvimos en la infancia que apretabas el botón y salía una carita sonriente. Se trata de la Diana Mini, un pequeño gran descubrimiento de no hace mucho tiempo.


Es analógica, pero a pesar de eso ofrece muchas posibilidades a la hora de hacer una fotografía, aunque los resultados solo se verán a la hora del revelado y no siempre son buenos, o al menos, los esperados. 

Funciona con carretes de 35 y permite hacer hasta 72 fotos; puedes simplemente hacer una espontánea o si tienes dos minutos, puedes premeditar cual de sus dos exposiciones, sol/nubes (N/B), va a dar mejor resultado; puedes pasar de una foto en formato cuadrado a medio fotograma, y esto da varias posibilidades: haciendo dos fotos seguidas sin pasar el carrete, dos fotos quedarán montadas, haciendo una foto, pasando medio carrete y haciendo otra foto, quedará la fotografía revelada dividida en dos... jugando con exposiciones largas y cortas y formatos de fotograma los resultados serán infinitos.

  
Para momentos de oscuridad está el flash, y también para momentos de no oscuridad, porque si quieres una foto de color, le puedes poner una plantilla, que en realidad es como un trocito de plástico, y saldrá la foto del color que quieras.


Así, para no especialistas de la fotografía pero sí amantes, para los que les gusten las fotos diferentes, las fotos con acabados antiguos (que da el objetivo de plástico), para los que les gusten las sorpresas: Diana Mini. Yo ya no me puedo separa de ella.

1 comentario:

  1. ¡Ay! esta cámara la vi estas navidades en Cáceres y me encantó, me la quise comprar, pero los regalos de Reyes Magos ya estaban comprados...

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